miércoles, 18 de diciembre de 2013

Los tres objetos indispensables en el budismo (II) El mala

El mala, Trengwa, en tibetano, es el rosario budista, el objeto del que el monje, o incluso el practicante laico, no se separa casi nunca, llevándolo en la mano, enrollado alrededor de la muñeca o colgado al cuello.
El mala es ante todo un objeto utilitario: sirve de soporte para la recitación de los mantras, al tiempo que se usa para contarlos si uno se ha propuesto recitar un número concreto. Para muchos practicantes es casi un automatismo en el momento de recitar sus mantras.
El mala está compuesto por 108 cuentas ensartadas, lo cual justifica su nombre, puesto que significa simplemente "guirnalda" de cuentas. Cada uno de sus componentes encierra un significado simbólico preciso:




Empezaremos por la cuenta gruesa, el embudo y el cordón de hilos que podéis ver a la derecha de la imagen;

  • La cuenta gruesa que cierra la lazada representa el conocimiento de la vacuidad.
  • El cono que la remata representa la propia marca de la vacuidad.
  • El cordón en el que las cuentas están ensartadas debe, teóricamente, presentarse como una trenza de varios hilos:
    • Tres hilos simbolizan los "tres cuerpos" de Buda (Cuerpo Absoluto, Cuerpo de Gloria, Cuerpo de la Emanación).
    • Cinco hilos simbolizan las "cinco sabidurías" o a las "Cinco Familias" de budas( familia de buda, familia de vajra, familia de la joya, familia del loto, familia de la actividad).
    • Nueve hilos simbolizan al buda primordial Vajradhara y a los ocho grandes bodisatvas.
  • Los contadores (esas dos pequeñas "trenzas" a mitad del mala) sirven para el conteo de centenas y millares.
    • Los diez anillos de uno de ellos sirven para contar las centenas de mantras. A veces va rematado por un pequeño vajra o dorje, que representa los medios hábiles y la compasión.
    • Los diez anillos del otro sirven para contar los millares de mantras. A veces va rematado por una pequeña campana que representa el conocimiento y la vacuidad.
  • Las propias cuentas pueden ser de distintos materiales; semillas del árbol de Bodhi, madera de sándalo, piedras preciosas, hueso (como el de la fotografía), etc. Según la actividad que se quiera realizar, asociadas a mantras específicos, determinadas cuentas pueden ser preferibles a otras:
    • Para apaciguar o disipar los factores perturbadores, las enfermedades, los conflictos, etc., son preferibles las cuentas de cristal, nácar, o de un material de color claro.
    • Para aumentar la duración de la vida, el conocimiento, el mérito o la riqueza, se recomienda el oro, la plata, el cobre, las semillas de loto o la madera de morera.
    • Para dominar la mente se usa la madera de sándalo, diferentes sustancias odoríferas o el coral.
    • Para someter a las fuerzas adversas, se recurre a las semillas de raksha o rudraksha, al hueso, al hierro, a la turquesa, a la acacia o al endrino. 
A pesar de estas especificaciones que se pueden ajustar a ciertos períodos de retiro, el practicante utiliza habitualmente el mismo mala, que generalmente es de hueso, madera, semillas de bodhi o semillas de loto.

El mala se sostiene siempre con la mano izquierda, deslizando las cuentas sobre el dedo índice con la ayuda del pulgar. Se desgrana tirando las cuentas hacia nosotros, lo cual simboliza que se estira a los seres fuera del sufrimiento. Cada vuelta se termina en la cuenta gruesa y sin saltárnosla, se gira el mala para comenzar de nuevo en el otro sentido. Aunque el mala tenga 108 cuentas se cuenta como 100, ofreciendo los ocho restantes por los eventuales errores cometidos durante la recitación.


No hay comentarios:

Publicar un comentario